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Trastornos alimentarios (III)


Hoy voy a compartir contigo tres cuentos o historias escritas por chicas con trastorno alimentario sobre su vivencia o punto de vista con respecto a la enfermedad y su tratamiento, como ya sabrás si has leído mis dos post anteriores (Trastornos alimentarios (I): aquí y Trastornos alimentarios (II): aquí).

Sólo puedo publicar aquellos relatos elaborados por chicas mayores de edad, por lo que desgraciadamente se me quedan muchos folios en el cajón, aunque en breve varias de ellas cumplirán los 18 y están deseando que comparta también sus historias, así que probablemente acabe ampliando la entrada en un futuro para añadir las suyas.

Y como hoy son ellas las protagonistas, paso directamente a transcribir sus historias. Solo he eliminado la información que pudiese violar el anonimato de las chicas.

RELATO 1: «EL LUGAR MÁS FELIZ DEL MUNDO»

‘Este no es mi lugar en el mundo’. Desde la sala de espera, un hombre quemado por la desesperanza acompaña en el silencio a su hija. Ésta observa, aún sin creerlo, como su vida cruza de acera para cambiar tardes de otoño soleadas por el vidrio opaco de un centro hospitalario.

‘Este no es mi lugar en el mundo’. Se repite una vez más antes de pasar al comedor. Los angostos pasillos que trazan el camino hacia las aulas distan mucho de la facultad, un sueño que a estas alturas todos dan por perdido. Todos menos ella. A las 9.30 aun sirven el desayuno; Cola-cao y cereales. Todo dulce, asqueroso, de un gusto pegajoso que hacía meses que perdió.

‘Este no es mi lugar en el mundo’. Vuelve a repetirse, si bien ahora empieza a ver similitudes con sus compañeras de grupo: la forma de mirar, la lentitud con que cada alimento es devorado, el rechazo de lo común. No puede más. Llama a la terapeuta y pide un café y siente que aún queda tiempo para salir a disfrutar del aire fresco.

Las horas pasan despacio. El reloj se detiene en cada terapia, en cada palabra o expresión involuntaria.

Sin embargo, todo está bajo el control de la calma. Las internas acuden al baño con la puerta abierta, en colectivo, cosa que sorprende a la joven. Los libros, teléfonos, libreta y apuntes. Todo está bajo llave. Todo se cuestiona. Nadie es libre de sospecha.

Entonces, recuerda cuando tuvo libertad, cuántas oportunidades tiró por la borda y piensa que tal vez este sea ‘el lugar más feliz del mundo’ en el que ahora se pueda vivir.

RELATO 2: «VOY A CONTAR EL TRASTORNO ALIMENTARIO DESDE MI PROPIA EXPERIENCIA…»

… ya que he estado tan metida en esto, que no creo que me vaya a resultar muy difícil hacerlo. […] Siendo tan joven ya he tenido experiencias bastante duras.

Desde pequeña nunca fui una niña con buena autoestima, mi primer recuerdo es en 2º de primaria, cuando me quedaba sola en los recreos, por culpa de mi timidez, entonces tenía que venir mi madre a acompañarme. Ese mismo año me cambiaron de colegio a uno privado y muy exigente y ahí también tuve problemas para relacionarme; hasta que mis padres montaron una tienda y todos querían ser mis amigos; conseguí entrar en un grupo de amigas, éramos 4 y siempre era yo la peor y la marginada, pero me dejaba, no me importaba que me tratasen así, porque tenía amigas.

Mis padres ya me decían que no les gustaban esas amistades, que no confiara en nadie y que la amistad no existe; es así como poco a poco fui haciéndome más desconfiada y tímida, me daba vergüenza hasta decir ‘hola’. En 2º de ESO ya no pude más, otra vez me vi sola en los recreos, sin amigos y confirmando las palabras que mis padres me dijeron, así que me cambiaron de colegio otra vez, también era concertado, pero tenía mejor ambiente, allí era aparentemente feliz, conseguí amigos, los que hoy en día conservo.

A todo esto se le unen las clases de ballet, iba dos días a la semana dos horas, o un día a la semana cuatro horas, desde los 10 años; me encantaba, pero mi profesora desde el primer día de clase me dijo que tenía que adelgazar, y eso que tenía un peso sano, más bien tirando a bajo; a eso se le añade mucha exigencia, salía de todas las clases llorando, pero aún así seguía yendo, quería superarme cada día más, quería conseguir bailar y que me felicitaran y sobre todo quería que mi profesora me dijera que estaba muy delgada.

También tengo que contar que desde que mis padres montaron la tienda, me pasaba todas las tardes sola en casa, nadie acudía a mis actuaciones del colegio o de ballet por que la tienda estaba por delante.

Es por todo esto que en 2º de ESO empecé a restringir, cada vez me comparaba más, cada día era más fea, más gorda, más inútil, más tonta, también de vez en cuando esto iba acompañado de vómitos, porqué llegué a odiar comer y a que la comida estuviera dentro de mi.

En bachillerato todo esto empezó a ocupar mi vida en primer plano, al 100%, mi vida se resumía en estudios y síntomas. Sacar un 10 y pesar menos eran mis únicos objetivos. Todo esto lo llevé yo sola encima, todo esto fue mi gran secreto hasta principios del verano, cuando mis padres, gracias a una amiga que también sufría este problema, se enteraron de todo y decidieron ponerle remedio con tratamientos; y digo gracias a una amiga porque me salvó la vida, como lo están haciendo día a día mis padres, mis amigos y el tratamiento al que estoy acudiendo.

Y hoy en día quiero decir que quiero salir de esta, me niego a volver atrás, quiero ser feliz y quiero vivir la vida al margen de la enfermedad.

RELATO 3: «MI TRASTORNO»

Todo el mundo quisiera tener un poder, algo que domine por encima de cualquier cosa, hay muchos tipos de poderes, algunos ayudan, otros dañan, otros simplemente imponen, pero al fin y al cabo todos son poderes.

Conozco un poder por encima de muchos otros, es muy fuerte, capaz de controlar un pensamiento, una actitud e incluso un cuerpo. Es el GRAN PODER DE LA MENTE.

Yo a mi mente le concedí esta autoridad para que controlase todos los aspectos de mi vida, ella asumiendo su cargo, me movió a su antojo, me llevó a hacer cosas crueles y ruin contra mi misma, me apartó de los míos, me quitó la alegría, se llevó mi espíritu luchador, mis ambiciones, me dejó como una niña infeliz que viajaba por el mundo sin saber muy bien ni a donde, ni como ni porqué… Quería controlarlo todo, lo único que se le resistía era el cuerpo, empezó a luchar contra el, una guerra viva, una batalla que ganase quien ganase el final era catastrófico, no había color, los caminos que me quedaban por recorrer eran tenebrosos, oscuros, y la meta a la que me dirigía solo una… Mi luz cada vez se hacía más pequeña no encontraba ningún túnel por el que escapar, llegué a temer que la luz se apagase del todo, aunque mi mente, estaba dispuesta apagar cualquier precio para ganar la batalla del cuerpo.

Pero el miedo, un señor fuerte y poderoso, tan fuerte que en mi caso, pudo con mi mente, he pasado mucho miedo, pero no me arrepiento de ser cobarde y tener miedo, pues este fue mi escapatoria de ese camino oscuro, el mediador de la batalla, quien me animó a pedir ayuda; SI, soy una cobarde, he tenido miedo, pero estoy viva y me estoy curando.

RELATO 4: «EL FUEGO»

El fuego no aparece de repente y sin motivo. El fuego aparece poco a poco, empieza siendo una pequeña chispa que con el tiempo se va alimentando, va creciendo y se va haciendo más poderoso.

Tu piensas que no pasa nada y que lo controlas pero cada vez se va haciendo con más parte de su víctima, en este caso un bosque, un campo, etc… y se va extendiendo.

Cuando te das cuenta de que las llamas son grandes, el fuego ya está en su punto descontrolado, no hay manera de apagarlo sola, necesitas ayuda, pero estás atrapada en el bosque y no sabes como escapar para pedirla. Una vez te ves rodeada por todo el fuego, con las llamas acechándote, casi quemándote, recuerdas que aún tienes una oportunidad.

No sabes como, pero sacas valor y llamas a los bomberos para que te ayuden con el fuego, te has dado cuenta de que no puedes con el.

Con su ayuda consigues apagar casi todas las llamas.

Ahora queda el humo y los árboles quemados. Este es el trabajo más duro, esperar. Esperar a que se vaya el humo para poder ver bien el bosque de nuevo y poder repoblarlo. Sembrarlo de nuevo. Que crezcan nuevos árboles y cuidar el bosque para prevenir nuevas chispas.

PD. Vuelve a leerlo cambiando las palabras:

  • Fuego: Trastorno alimentario
  • Chispa: idea
  • Bosque: mente
  • Campo: persona
  • Llamas: síntoma
  • Quemándote: matándote
  • Bomberos: especialistas
  • humo: recuerdos
  • Árboles quemados: vida perdida
  • Árboles: vida.

Trastornos alimentarios (II)


   La semana pasada te puse en situación sobre la temática de los trastornos alimentarios para que tuvieses una idea del impacto que tienen en la sociedad actual, la gravedad que conllevan y la importancia de su tratamiento (para ver Trastornos alimentarios (I), pulsa aquí). Esta semana voy a hablar de los tipos más importantes de trastornos alimentarios y de los factores que predisponen, desencadenan y mantienen la enfermedad, así como qué hacer ante un posible caso de trastorno de la conducta alimentaria (TCA en adelante).

¿QUÉ SON LOS TRASTORNOS ALIMENTARIOS?

Son trastornos psicológicos en los que el miedo a engordar y al rechazo de los demás, la alteración de la percepción del peso y la silueta y la dependencia de la opinión de los otros provocan alteraciones graves de la conducta alimentaria y de la vida afectiva.020-trastornos-alimentarios-3012522_s-123rf-300x200

Los tipos más importantes por su prevalencia en la sociedad actual son la anorexia y la bulimia nerviosa, aunque últimamente están tomando relevancia el trastorno por atracón  y la obesidad (infantil).

ANOREXIA NERVIOSA

Independientemente de los criterios médicos y psicológicos que se utilizan para diagnosticarla, me interesa que sepas y tengas en cuenta cuales son las características físicas y conductuales que presenta junto con la afectación generalizada de su salud. No conviene olvidar que las personas con esta enfermedad suelen negar su problema, por lo que se resisten a ser ayudadas y tratadas ya que, para ellas, la terapia es una manera de obligarles a comer y cebarlas, que es lo que más temen.

Indicadores de la anorexia nerviosa

  • Restricción alimentaria autoimpuesta. Tienden a probar todas las dietas y productos dietéticos sin necesidad.
  • Pérdida de peso y de la menstruación, enfermedades y debilidad.
  • Preocupación excesiva por el peso (cuerpo, imagen, comida… se pesan y se miran al espejo excesivamente), distorsión de la imagen corporal y pánico a engordar.
  • Rituales con la comida. Cuentan calorías, cortan la comida en trozos pequeños, la desperdigan por el plato para dar la sensación de haber comido más de lo que lo han hecho, comen muy lento, etc.
  • Hiperactividad. Se mueven mucho ya que lo relacionan con la pérdida de calorías.
  • Uso de laxantes o diuréticos.trastornos_alimenticios300X175
  • Atracones o vómitos ocasionales.
  • Evitan comer en familia.
  • Mentiras y manipulaciones.
  • Negación de la enfermedad.
  • Cambio de carácter (agresividad, tristeza, apatía, ansiedad…).
  • Aislamiento social. En ocasiones se empieza al revés: las chicas salen mucho porque estar fuera de casa les facilita saltarse comidas y engañar a la familia, pero conforme se va instaurando la enfermedad y comienzan a sentirse peor con su cuerpo, comienzan a aislarse.
  • Excesiva exigencia y perfeccionismo. Suelen ser chicas muy ordenadas, muy responsables, que sacan excelentes notas y se exigen mucho a la hora de realizar cualquier actividad o emprender cualquier proyecto.
  • Baja autoestima, alexitimia (incapacidad para identificar y expresar emociones y sentimientos propios), inseguridad, etc.
  • Miedo a la responsabilidad, a crecer, etc.
  • Dependencia de los demás.

BULIMIA NERVIOSA

Se caracteriza por un irresistible impulso por comer de manera episódica, incontrolada, compulsiva y rápida, grandes cantidades de alimentos ricos en calorías durante un periodo de tiempo que puede ir desde los pocos minutos a horas y durante los cuales la persona experimenta una pérdida de control sobre la conducta alimentaria (no pueden parar de comer).

Esta ingesta desmesurada produce una sensación de hinchazón, malestar físico y náuseas por la plenitud, lo que junto al sentimiento de culpa y vergüenza, generan depresión y autodesprecio, originando todo ello el vómito reflejo o inducido para disimular el malestar físico y evitar la digestión de lo ingerido. Cuando no consiguen el vómito usan laxantes o diuréticos,  o el riguroso ayuno posterior para controlar el peso por miedo a engordar.

Indicadores de la bulimia nerviosa

  • Comen de forma excesiva y compulsiva (atracones) y luego realizan conductas para compensarlo tales como vómitos, uso de laxantes, diuréticos, pastillas adelgazantes o dietas restrictivas.
  • Preocupación constante y excesiva por el peso (cuerpo, imagen, etc.). Pánico a engordar.
  • Sensación de pérdida de control con la comida.
  • Ansiedad.
  • Hipertrofia de las parótidas a causa de los vómitos.
  • Signo de Russell (callosidades en los nudillos de las manos, especialmente en los dedos índice y medio y que son fruto también del abuso del vómito).
  • Problemas dentales.
  • Menstruación irregular.comida_720
  • Estreñimiento.
  • Oscilaciones de peso.
  • Evita comer en público o come a escondidas.
  • Desaparece comida de casa.
  • Después de las comidas, va al WC con urgencia.
  • Mentiras y manipulaciones.
  • Cambios de carácter (agresividad, irritabilidad, depresión, desmotivación, etc.), inestabilidad emocional, baja tolerancia a la frustración.
  • Desorganización de la propia vida, compulsión por las compras, cleptomanía, predisposición al consumo de tóxicos, etc.
  • Agresividad y autoagresividad. Amenazas e intentos de suicidio.
  • Dificultad en la aceptación de límites familiares.
  • Relaciones de dependencia e inestables.

FACTORES DE PROTECCIÓN ANTE TRASTORNOS ALIMENTARIOS

Como ya te conté en el post anterior, nos encontramos inmersos en una sociedad de consumo, superficial, competitiva y muy exigente con lo que se ha establecido como «imagen ideal». Además, ya mencioné también como el ambiente familiar en el que ambos progenitores se ven en la necesidad de trabajar fuera, deja al niño/a con muchas carencias emocionales y afectivas que le hacen ser más débil ante todo ese bombardeo de información que le llega de fuera.

Es por ello, que debes intentar fomentar los siguientes factores en tu entorno familiar para que tus hijos/as tengan herramientas que les sirvan de apoyo y no estén tan desprotegidos ante los mensajes e influencias externas negativas.

  • Hábitos alimentarios sanos.
  • Actividad física adecuada.
  • Aceptación y valoración personal.
  • Comprensión y expresión adecuada de lo que siente.
  • Responsabilidad en su escala de valores.
  • Capacidad para divertirse de manera creativa.

SEÑALES DE ALERTA EN LA ESCUELA

Los niños/as pasan muchas horas en el colegio y es por tanto un entorno en el que se pondrán de manifiesto muchas conductas que podrán indicarnos la existencia o riesgo de aparición de un TCA. Si tienes sospechas de que tu hijo/a puede estar padeciendo un trastorno alimentario, no estaría de más hablar con sus profesores o tutores para ver si han detectado alguna de las siguientes señales:

  • Buenos resultados académicos, pero siempre piensa que podrían ser mejores.
  • Elevada exigencia y perfeccionismo en todo lo que hace.
  • Sale al recreo y se aísla de los demás compañeros.
  • Cambios bruscos de humor.
  • Actitud triste y decaída.Trastornos-alimenticios
  • Cambio de peso significativo sin explicación.
  • Preocupación excesiva por el tipo de alimentos, productos light, dietas, cuenta calorías, etc.
  • Rituales en la forma de comer como la forma de masticar, el ritmo, el orden, desmenuza alimentos, etc.
  • Pone excusas para saltarse comidas.
  • Después de las comidas siempre va al baño.
  • Se mira mucho al espejo, sobre todo después de comer.
  • Habla mucho sobre el peso, aspecto físico suyo y de los demás, propiedades de los alimentos, etc.
  • Hace demasiado ejercicio, no se queda quieta.
  • Se pone varias capas de ropa, siempre tiene frío.
  • Poca flexibilidad ante los cambios.

¿QUÉ HACER ANTE UN POSIBLE CASO DE TCA?

  • Lo primero que debes hacer es observar todos los signos y factores que he mencionado anteriormente (signos de detección precoz).
  • Luego deberías recoger toda la información posible de los compañeros de su entorno más cercano.
  • Habla directamente con ella generando un ambiente de confianza. No le culpabilices.
  • No te centres en la comida y en el peso, en vez de eso, haz hincapié en su sufrimiento psicológico.
  • Dirígete a un servicio especializado.

¿QUÉ EVITAR?

  • Negar el problema o restarle importancia.
  • Engañar a la persona para ganarte su confianza.
  • Poner el acento solo en el peso o en la comida.
  • Evitar actitudes paternalistas o broncas.
  • Acciones terapéuticas insuficientes o parciales (poner una dieta, dar anticonceptivos orales para la amenorrea, dar medicación sin otras actuaciones, tratar un síntoma aislado, etc.)

Trastornos alimentarios (I)


Según los resultados de la encuesta, esta semana toca hablar de los trastornos alimentarios aunque he tomado buena nota del resto de opiniones para irlas desarrollando en siguientes posts.

Este es un tema que me gusta mucho, en el que he tenido la oportunidad de profundizar, pero que me impone mucho respeto abordar ya que actualmente me encuentro realizando prácticas en un centro donde se tratan este tipo de trastornos y quiero ser lo más justa posible con las chicas que se encuentran ingresadas allí ya que se tiende a pensar que las personas que sufren este tipo de trastornos son caprichosas y superficiales. Nada más lejos de la realidad.

Lejos quedan las teorías cuando entras por las puertas del centro. No digo que no valgan. Son una base muy importante sobre la que trabajar, pero como se suele decir, y no va a ser menos en este caso: la realidad dista mucho de lo que se aprende en los libros.

A mi ellas me han enseñado mucho, muchísimo más, de lo que yo haya podido estudiar en la carrera y en el máster. Son chicas con una fuerza interior alucinante, cariñosas, atentas, luchadoras… todo lo que diga es poco. Y digo ellas porque actualmente no hay chicos ingresados, aunque los ha habido, y porque es un trastorno que se presenta en el 90% de los casos en chicas.

Creo que la mejor manera de abordar el tema es poniéndote primero en situación sobre como se ha ido desarrollando el concepto del trastorno.

En el siguiente post te hablaré sobre los diferentes tipos de trastornos de la alimentación que hay, sobre factores que pueden predisponer o desencadenarlos y que hacer ante un posible trastorno alimentario.

2008121977anorexia_300Por último, me gustaría que conocieras el trastorno «desde dentro». Visto desde los ojos de chicas que han pasado por ello y que se encuentran en proceso de recuperación. Es por ello que dedicaré una tercera entrada a publicar unos cuentos escritos por ellas en los que nos relatan como han vivido (y siguen viviendo) el proceso de la enfermedad y el tratamiento. Cuando les expliqué a las chicas mi intención, colaboraron encantadas y aunque desgraciadamente solo puedo publicar aquellos escritos elaborados por las chicas mayores de edad, te ayudarán mucho a entender el sufrimiento tan grande por el que pasan las personas que padecen esta enfermedad y la enorme lucha que deben emprender para superarla.

PROBLEMÁTICA RELACIONADA CON LOS TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA

A lo largo del tiempo, la perspectiva sobre los hábitos alimentarios y las enfermedades o trastornos asociados a ellos han cambiado sobremanera. Mucho ha llovido desde que la restricción de alimentos se asociaba directamente con el ayuno espiritual o con el mundo del espectáculo (antes y después del S.VI ).

En los últimos años hemos sufrido un bombardeo masivo a través de los medios de comunicación, que plasman la realidad de una sociedad consumista en la cual el culto a un cuerpo llamativo, provocador y competitivo se ha convertido en una prioridad.

Las revistas de moda, los diseñadores de alta costura, los anuncios publicitarios, la convergencia entre sexos en un intento por conseguir la «igualdad», etc… Todo ello, unido al creciente fenómeno de los padres ausentes del seno familiar por las obligaciones laborales, ha contribuido a que los adolescentes de hoy en día tengan ciertas, por no decir muchas, carencias afectivas y madurativas que desembocan en inseguridades, dificultades de comunicación y les convierten en ‘carne de cañón’ ante el bombardeo constante de los medios de comunicación, y su mensaje sobre cuál es el modelo de ‘chica/o ideal’.

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Como explica Chinchilla (1994), también nos encontramos con que la educación sanitaria en cuanto a dietas es muy deficitaria o más bien desastrosa. Las dietas y actitudes rígidas hacia las mismas, pueden predisponer en estos/as chicos/as, junto a otros factores como los comentados anteriormente, la aparición de este tipo de trastornos.

Hoy en día los trastornos de la conducta alimentaria son un reto para la investigación, y deben verse de una manera más dinámica, ecléctica y plural por su peculiaridad, gravedad, interés social, complejidad, evolución, manejo, etc. Son trastornos psicológicos relacionados con el cuerpo y con su significado social,  que afectan a las costumbres alimentarias y a todos los habitos relacionados con la pérdida de peso, que llevan a la desnutrición. Las personas que padecen este trastorno no aceptan estar enfermos, por lo que no piden ayuda y suelen rechazarla cuando se le brinda, así que suelen llegar a los profesionales cuando el cuadro ya está muy avanzado y las complicaciones médicas que presentan pueden llegar a producir la muerte.

La anorexia y la bulimia son las más importantes dentro del grupo de trastornos alimentarios. Son trastornos graves que afectan más a las mujeres que a los hombres, y preferentemente a mujeres jóvenes y muy jóvenes. Además, son muchísimo más frecuentes en las sociedades desarrolladas, donde hay sobre abundancia de comida y en las que la cultura predominante enfatiza la delgadez. Se da una relación en la cual, a mayor nivel de vida, mayor número de personas que presentan dichos trastornos o alguna versión menos grave de ellos.

Suelen asociarse con psicopatologías graves e interfieren en el funcionamiento normal de la vida social, del trabajo y del estudio.

Aunque ya explicaré con más detalle cada tipo de trastorno y los factores que influyen en el siguiente post, se puede decir que cada persona tendrá una determinada vulnerabilidad personal que será la suma de sus factores familiares, de personalidad, físicos o genéticos y culturales. Esta vulnerabilidad, unida a uno o varios factores precipitantes (situación de estrés, dieta, cambios de estudios,  comentarios físicos, estancias en el extranjero, presión por los exámenes, etc.) será lo que de lugar a un trastorno de la conducta alimentaria.

Actualmente, hay un aumento creciente de su incidencia y prevalencia, quizás porque se hace mejor diagnóstico o porque la influencia de factores socioambientales es importante en su génesis. La van a padecer al año de 20 a 30 chicas menores de 25 por cada cien mil habitantes.

Cherry red summer apple isolated on whitePero no existen únicamente los trastornos alimentarios como tal. Hay muchos comportamientos frecuentes en la sociedad respecto a la comida y el peso y que hasta hace poco no habían recibido la atención necesaria. Son las llamadas «preocupaciones por la comida, el peso y la imagen corporal». Dentro de ellas podemos situar todos los comportamientos de preocupación por la comida, por la silueta, las dietas estrictas, hacer atracones, uso y abuso de laxantes, pesarse muy a menudo, etc… En general, sentirse desgraciado dentro de uno mismo a causa del peso y la apariencia en general.